Tempestades

    A veces durante el tiempo en el que pasamos por dificultades tendemos a olvidar cuan grande es Dios. Lo sabemos en teoría, pero nos pasa como a Pedro, la tempestad nos desenfoca y desviamos la mirada. Pedro seguía delante de Jesús, en presencia de El, pero no lo miraba. No hay que apartarse de Él ni estar lejos para perder el enfoque, solo basta enfocarse en la tempestad.

    Me llama la atención que Pedro pensara que podría ahogarse. Crecí viviendo en la costa, desde niño practicando todo tipo de actividad en el mar, por lo cual me considero bastante hábil y fuerte en el agua. A no ser por alguna circunstancia que afecte mi capacidad física fuera de lo normal, o algún accidente, difícilmente yo pensaría que estoy en riesgo de ahogarme, pero allí estaba Pedro, un hombre de mar experimentado, pensando que podría ahogarse. Quiero que visualices conmigo esa escena, él no era un hombre débil ni delicado, un pescador tiene que ser fuerte y en su diario vivir es normal enfrentar circunstancias extremas y allí estaba él clamando por su vida.

    No importa cuán hábil o fuerte seamos, siempre habrá tormentas que superen nuestra capacidad, pero es bueno saber que la mano de Dios estará cerca en ese momento que sintamos que nos ahogamos. Como en el caso de Pedro, nuestro rescate estará a la distancia de unas palabras, una súplica, un clamor. Aunque Pedro dudó en esos momentos, su fe creció y nunca volvió a ser el mismo, es que las crisis nos pueden ahogar, o nos pueden hacer crecer.

    Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.  46:1).

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Steven Armán

Un Dios egoista?

Por que Dios pide que solo le adoren y le sirvan a El, por que es un ser tan egoísta? A esa pregunta me enfrente hace unos años por una persona cercana y reconozco que en ese momento mi respuesta no fue la mas efectiva. Al poco tiempo esta persona se convierte en padre y años despues estábamos compartiendo en una fiesta en su casa y una escena aquella noche me hizo recordar aquella primera conversación. El se encontraba jugando con su pequeño hijo, mientras yo le observaba a lo lejos. Mas tarde tarde en la noche estábamos conversando y lo sorprendo con algo que no esperaba. Que sucedería si tu hijo me demostrara mas cariño a mi que a ti que eres su padre, como te sentirías? El sorprendido me contesta: Cómo podría sentirme? Como cualquier padre, mal. Por que me preguntas eso? Le contesto: Recuerdas la ocasión que me preguntaste por que Dios era tan egoísta? Reflexiona nuevamente en esa misma pregunta, creo que seria muy desagradable para ti ver que tu hijo le demuestre mas afecto, honor, lealtad y amor a un particular que a ti mismo. Crees que con Dios seria diferente? El se mantuvo en silencio por unos segundos, se sonrió y me dijo, no lo haba visto de esa manera.

Creo que la mejor manera de entender el tipo de relación que Dios desea tener con nosotros, es verla desde la perspectiva de un padre. Que padre o madre no desea que sus hijos le demuestren un amor mayor que a cualquier otra persona? Así mismo Dios, que nos ha amado de una manera tan intensa, que con dolor permitió que su Unigénito sufriera el calvario por nuestra salvación. Fue un alto precio que se pago en aquella cruz, a precio de sangre, de dolor. Como no va a ser celoso con sus hijos, como no va a querer ser el centro sus vidas, el dueño de sus corazones? No es que sea nuestro sacrificio, es que El desea estar cerca nuestro. Es por amor.

Steven Arman

Padres, Escultores Del Mañana

Cuando una pareja se entera de la noticia, de que están a la espera de un bebe, suelen escucharse a ambos decir “Voy a darle lo mejor”, “Le amare y le cuidare siempre”, “Yo siempre estaré al pendiente para darle una buena crianza” entre otras promesas de amor, fidelidad, lealtad, si pudiéramos así describirlo. Pero algo sucede con el pasar del tiempo, aquella emoción se va disipando entre la costumbre del día a día, entre las responsabilidades, entre los buenos y malos ratos, etc… Aquella emoción que llenaba la vida de ambos padres al sostener aquella criatura en sus brazos, varios años después ya no es recordada. Ahora entre la cargada agenda de trabajo, responsabilidades, entre los problemas y vicisitudes que llegan a la vida de forma inesperada, aquello que fue una ilusión de amor eterno, hoy es considerada como una carga, los hijos. Es un asunto sumamente importante ya que muchas veces ellos terminan siendo la desembocadura de ese rio que arrastra en su paso las presiones, problemas y frustraciones de sus padres.

Es necesario entender que son los padres quienes forman a sus hijos. Los padres son la primera y mayor fuente de inspiración para ellos, son desde sus héroes hasta sus refugios. Muchas veces se ignora el poder que tienen nuestras palabras, el libro de los Proverbios 18.21 nos dice “ Muerte y vida están en poder de la lengua…”. Dios ha dado un invaluable tesoro a los padres, quienes tienen la maravillosa oportunidad de crear la sociedad del mañana. Es una tarea difícil, pero cuando hacemos de Dios el centro de nuestra familia, el promete ser nuestro guía. El maltrato solo causa destrucción, no hay peor asesino de sueños, ilusiones y posibilidades que el maltrato. La relación que tengas con tus hijos usualmente es el factor determinante en su futuro, recuerda, eres su primera y mayor fuente de inspiración, podrás lograr que ellos crean que podrán alcanzarlo todo, o nada.

La base de toda familia saludable es el amor, no hay otro fundamento más fuerte que este, el amor es la energía que puede mantener unida a una familia en medio de las más fuertes tempestades. Dios es la máxima fuente de amor, quien entrego a su único hijo, aun sin merecerlo, a morir cruelmente por nosotros. Todo esto por amor, para librarnos de toda maldición y darnos vida en abundancia. Esta noche detente por un momento, interrumpe la rutina y contempla a tus hijos. Recuerda aquel momento cuando por primera vez le sostenías, cuando cargabas en tus brazos aquel milagro de vida. Ahora visualiza el futuro, van rumbo a formarse como los hombres y mujeres del mañana, pero en ese transcurso, en medio de una civilización con tantos peligros ellos te necesitaran. Necesitaran que los lleves de la mano por buen camino en este viaje de aventura al cual llamamos “la vida”.

Por: Steven Arman

Como Entender a Dios

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Hoy ha sido una noche en la cual he estado reflexionando en los misterios de Dios.  El ser humano le gusta estar en control de su vida, le gusta sentirse confiado de que todo estará bien. La incertidumbre de no estar en control en ocasiones llega a lograr desequilibrarnos al punto de la desesperación. Esa no es la voluntad de Dios, sin embargo, El desea que aprendamos a confiar plenamente en El. Así como los padres van llevando a sus hijos entre diversas pruebas de aprendizaje, así como en la escuela se busca que por medio de lecciones y pruebas el estudiante desarrolle la capacidad para lo que se busca prepararle, Dios por medio de diversas lecciones de vida y pruebas buscara desarrollar nuestra capacidad para que podamos ser formados de acuerdo a su propósito.

Me gusta un poco la matemática, así que suelo aplicarla a muchas cosas de la vida, tal vez se me hace más fácil visualizar ciertas cosas de la vida de esta manera. Me he dado cuenta que la matemática de Dios es quizás una operación a la inversa. Las ecuaciones de Dios son distintas a las nuestras, en la escuela se nos enseña a entender una ecuación para lograr un buen resultado, pero me he dado cuenta de que Dios en muchas ocasiones rompe estas reglas de enseñanzas y lo hace a la inversa. He notado que las ecuaciones de Dios muchas veces logras entender la ecuación cuando ya obtienes el resultado. ¿No te parece algo sin sentido? En definitiva es algo sin sentido, pero esto tiene su explicación, El desea que aprendas a confiar en El totalmente, sin reservas, sin fe, es imposible agradarle, así que a medida en que queramos crecer en relación con El, deberemos aprender a confiar en El cómo niños.

Recuerda, las ecuaciones de Dios funcionan de manera contraria a las nuestras, con Dios, muchas veces entenderás la ecuación al ver el resultado. En muchas ocasiones, luego de un proceso que parezca no tener sentido, al ver el resultado, entenderás cual fue el propósito de cada paso por el cual Dios te guiaba, aquellos sucesos que no parecían tener relevancia alguna, veras que cada detalle, cada pieza, fue colocada estratégicamente por Dios. Luego te dirás a ti mismo(a), “wow, tanto que me desespere, sin embargo, Dios siempre estuvo en control”.

Shalom

Steven Arman

Un Amor Inexplicable

Ayer reflexionaba en que ya se cumple mi primera década de haber llegado Dios a mi vida. Reflexionaba en tantas experiencias vividas, enseñanzas aprendidas, pero en lo que mas meditaba, era en un amor inexplicable. Reflexionaba en lo imperfecto, torpe, terco que he sido, en las veces que con mis actos he negado su nombre, en las veces que mis debilidades me han llevado a pisotear la sangre que me dio vida, cuando ya perdía la mía.  Que aun encima de todo esto, Él ha permanecido amandome incondicionalmente.

Hoy “tropiezo” con esta palabra, 2 Cor. 12.9 pero Dios me ha contestado: «

Mi amor es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra en la debilidad.» Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí.

Pablo parece expresar algo totalmente contrario a lo que muchos de nosotros aprendimos.

La religion me enseñó a ocultar mis debilidades, a “ser” fuerte. Cuando veia mis hermanos en la fe caminar mostrando aquella perfeccion, mostrando aquella santidad, aquella espiritualidad, yo terminaba frustrado,  sintiéndome miserable ya que yo aun luchaba con algunas debilidades que en ocaciones me hacían fallar. No podia comprender como ellos podian lograrlo, yo hacia todo lo que ellos hacian y cuando me di cuenta de que no estaba a la altura de ellos opté por ponerme el disfraz de religioso. Hablaba como mis hermanos, caminaba como mis hermanos, pero ocultando lo que tiempo después descubrí que ellos también escondían. A medida que crecía en confianza, me daba cuenta de que ellos, aunque mostraban todo lo contrario, tenian puesto el mismo disfraz para ocultar las mismas debilidades ya que si se hubieran encontrado expuestos ante los demas hubieran sido condenados y marginados. Por tal razón, resultaba mejor presumir una espiritualidad para lograr la aceptación de sus hermanos en la fe. Actitud, que yo no tolere.

Hoy reflexiono en las palabras del Apóstol Pablo, siendo uno de los gigantes de nuestra fe, un coloso del evangelio, se mostraba diferente a lo que una vez me enseñaron.  El rompe todos los esquemas religiosos confesando públicamente,  que es un hombre debil, en otras ocasiones como pecador,  pero muchos de nosotros presumimos de nuestra consagración y devocion.

Las palabras de Pablo me hicieron libre, comprendi que no debo caminar buscando agradar al ojo de mis hermanos para alcanzar aceptacion entre su circulo de santos, sino que sea una muestra de amor, gracia y misericordia inmerecida. Que con la obra de Dios en mi vida el foco de atención no sea mi devocion, sino su amor. Al final de la carrera, nada de lo que hallas hecho, te dará la salvación,  sino su sacrificio,  no los tuyos.
Shalom!

Steven Arman

Proteccion Divina

leon de juda¡Saludos y sean todos bendecidos!

Hacía tiempo que no escribía, pero hoy quiero compartir un suceso reciente.  Hemos escuchado que Dios nos cuida, nos guarda, pero muchas veces al momento de la verdad, cuando las circunstancias ponen a prueba nuestra fe, optamos por confiar más en nuestra propia capacidad que en la espera de que el Dios de Justicia sea quien se encargue de nuestras circunstancias. Dice la Palabra de Dios en Juan 16.33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Es una clara advertencia, sucesos adversos llegaran a nuestra vida amenazando de alguna forma u otra, nuestro bienestar o el de los nuestros, pero que no era necesario temer, desesperarnos o perder el control.

Allá para el 2005 una noche tuve un sueño en el cual me encontraba corriendo mientras huía por la orilla de una playa, de tres personas que me perseguían, tiempo después comencé a sufrir una persecución en mi trabajo por parte de tres personas en puestos superiores. Una mañana de domingo mientras estaba en la iglesia aquel predicador en medio de su mensaje hizo un paréntesis, girando sobre sus pies y mirándome fijamente me cita Colosenses 3.23,24 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia. Luego de meditar en aquella palabra pude comprender de qué manera debía yo responder ante aquel infierno que me encontraba viviendo en mi lugar de trabajo. Comencé a meditar de mañana y tarde en aquella porción mientras trabajaba, ante cada injusticia, no miraba las circunstancias presentes ni a aquellos que me oprimían, sino que entendía que El Dios de Justicia observaba fijamente cual era mi situación, así que en algún momento, a su tiempo, El actuaria. En definitiva, El próspero la obra de mis manos, mientras algunos buscaban perjudicarme, yo era bendecido con el favor y gracia de Dios.

Hace unas tres semanas Dios me hablo en medio de la noche, una experiencia similar a la de aquel entonces, el mensaje era claro, “vientos de adversidad se aproximan”. Por cuestiones éticas no debo entrar en detalles sobre lo sucedido, pero si quisiera compartir de la mejor manera esta nueva experiencia de protección divina, por parte del Dios de Justicia. No había pasado bien una semana cuando aquellos vientos adversos comenzaron a dejarse sentir, comencé a experimentar cierta persecución y cuando estaba a punto de reaccionar por mi propia cuenta recordé aquella advertencia que ya Dios me había hecho. Me detuve por un instante y me di cuenta de lo que sucedía, a partir de ese momento me propuse mantenerme confiado, no permitirme perder el control, ejercer el dominio propio y refrenar mis labios ante la injusticia a la que me enfrentaba, meditando de mañana y tarde en aquella experiencia del pasado en la que deje que Dios fuese quien hiciera justicia por mí. El resultado fue, que una semana después, recibí una muy buena y generosa bendición, que de haber reaccionado y tomado la justicia en mis manos hacia la persona que me oprimía no hubiera recibido semejante bendición.

En ocasiones, es difícil creer y cuesta mucho esperar a que Dios haga justicia mientras nos mantenemos enfocados en las circunstancias que nos rodean, pero no nos enfoquemos en el presente, recordemos como Dios anteriormente ha actuado a favor nuestro, levantemos la mirada, allá, a lo lejos, cuando te levantas un poco sobre tus pies, puedes ver la promesa de Dios a la distancia. El cuida de ti, no lo dudes.

Shalom!

Steven Arman

Lealtad

Eclesiastes 10. 4-7

4Si el gobernante se enoja contigo, no renuncies a tu cargo. Para los grandes errores, un gran remedio: la paciencia.5 En esta vida he visto algo muy grave, parecido al error que cometen los gobernantes: 6 que a la gente incapaz se le dan puestos de gran responsabilidad, mientras que a la gente capaz se le dan los puestos más bajos. 7 ¡Y resulta que los esclavos andan a caballo, mientras que la gente que vale anda a pie!

Sin duda alguna una de las situaciones más desagradables que podemos enfrentar es que nuestros superiores se levanten en contra nuestra injustamente.  A veces pueden estar equivocados pero su terquedad no les permite ver un poco más allá de su propia perspectiva haciéndoles actuar de manera irracional y eso mis amigos nos puede hacer perder la paciencia fácilmente. La pregunta es: ¿Cómo debo responder ante esta situación?

El predicador Salomón nos dio un consejo lleno de sabiduría condensado en una sola palabra, PACIENCIA. Que difícil estrategia nos dejó para lidiar con este tipo de situación, pero de algo nos debe servir. Esto no significa que ese gobernante tenga la razón siempre, debemos recordar que todos nos equivocamos y así como nosotros aprendemos en ocasiones de nuestros errores ellos también pueden aprender y crecer de igual manera. En el libro de los proverbios Salomón también nos dejó otra perla de sabiduría, 15.1  La respuesta amable calma el enojo; la respuesta grosera lo enciende más. Jesús por otra parte nos habló de que somos llamados a ser pacificadores, no significa que debamos pasar injusticias por alto, pero que con paciencia, mansedumbre y sabiduría podremos manejar este tipo de situaciones de la mejor manera posible.

Este mensaje nos enseña que no debemos salir de la presencia de nuestro gobernante en actitud de coraje o rebeldía, Jesús nos enseñó en Mat. 7.16 que nuestras actitudes reflejaran nuestra esencia y en Eclesiastés 10.3 nos dice Tiene el tonto tan poco cerebro que sin abrir la boca anuncia su tontería. Por tanto no desesperes por que las cosas no siempre salgan a tu manera, hay un refrán que dice que la razón no grita, convence. No nos sorprendamos de los errores que pueda cometer algún líder, Calígula, el emperador romano, por despecho al cuerpo senatorial, nombró cónsul a su caballo. Que estas experiencias nos sirvan para aprender a cómo debemos comportarnos si algún día Dios nos lleva a ser líderes. Aprendamos de David en cómo se comportó cuando Saúl (su superior) lo perseguía y como se comportó también cuando Absalón (su hijo) se rebeló en su contra.

Por: Steven Arman

La Critica

Nadie es perfecto, todos cometemos alguno que otro error en alguna que otra cosa. Veo cierto patrón en personas que tienden a criticar a aquellos que han alcanzado el “éxito”, pero ellos aun cuando no alcanzan el propio si anhelan alcanzar el de ellos. Las redes sociales nos periten hacer cierto tipo de radiografía a las personas mientras vemos su linea de pensamientos, como aquel que sube hoy y baja mañana. Veo personas que si pudiera poner un numero, entre el 70% y 90% de sus pensamientos compartidos son de alguna manera u otra criticas. Este tipo de personas muy pronto comienzan a aburrir, se vuelven predecibles, cuando vas pasando por tu muro y ves algo que hallan compartido, ya tienes una idea de que se tratara… CRITICA…

Veo personas constantemente criticar, señalar y juzgar la ideología y doctrinas de otras personas, ignorando en muchas ocasiones de manera irracional los errores de sus propias ideologías y doctrinas. Los veo criticando a ministros que salen en alguna promoción diciendo “debemos ser humildes y dar la gloria a Dios!” pero los veo días después pautándose en sus propios muros, en muros de otros ministros y promocionándose en algunas especies de promociones personales… Me considero un perseguidor de pensamientos profundos, ir detrás de aquellos con algo al menos coherente para decir, no considero que sea un intelectual, pero si me gusta aprender y cuando veo este tipo de personas, suelo dejar de seguirlos, no tienen nada nuevo para aportar a mi vida.

Levantémonos de nuestra silla religiosa por un momento y sentémonos junto a alguien que no ha tenido un encuentro con Dios. Le parecería atractivo venir al evangelio a alguna persona que viene hastiada de algunos asuntos en su vida viendo tanta critica dentro de la iglesia? Lograríamos atraer a Cristo a los que no lo conocen, que vienen con hambre de Dios, que buscan paz o quizás un poco de dirección para poner un poco en orden sus vidas?

Todos tenemos puntos de vistas diferentes, gloria a Dios por la diversidad, ser todos iguales debería ser muy monótono. He sido, soy y se que siempre seré criticado por aquellos a quienes no les guste mi estilo o puntos de vista, pero algo claro tengo, se a donde y a quienes he sido enviado. No me place agradar al religioso que cree conocer “la manera de Dios”, prefiero ser agradable a aquel que tal vez no conozca a Dios, pero al momento de querer acercarse, vea en mi alguien accesible, con la seguridad de que sera comprendido y no juzgado.

Creo que el ambiente del evangelio seria mucho mas agradable si en vez de andar criticando y fomentando ese habito, creáramos un ambiente como el que describió Pablo, el de examinarlo todo, retener lo bueno y desechar lo malo. Estoy convencido que de esa manera formaríamos creyentes maduros, con la capacidad de discernir correctamente entre lo bueno y lo malo sin hacerlo con el mal habito de criticar.

 

Steven Arman

La Espera

Muchos hemos escuchado un refrán que dice de la siguiente manera, “la espera, desespera”, y muy cierto es.  La realidad es que no nos gusta esperar, mientras más rápido podamos obtener lo que queramos, lograr lo que nos propongamos, mejor podría ser para nosotros, pero la realidad es que en la vida para casi todo hay que esperar.  Vivimos en un tiempo en el cual esperar cuesta, son tantas las exigencias de nuestro sistema hoy día que el tiempo no nos alcanza muchas veces.  ¿Quién no ha deseado en algún momento que el día dure más de 24 horas?

El ser impaciente nos trae muchísimos problemas la mayoría de las veces. Nos lleva a tomar decisiones a la ligera, sin medir consecuencias, sin calcular gastos, una inversión equivocada, una mudanza, estudiar una carrera equivocada, una familia no planificada, una separación a la ligera…  En ocasiones nos encontramos atravesando por momentos difíciles y es cuando llegan las enemigas de la paciencia, la desesperación y la frustración.  Yo he sido víctima de la impaciencia, lo cual me ha llevado a cometer errores que me han costado mucho.  Movido por la presión de alguna frustración, en algún momento de desespero he tomado decisiones a la ligera que como casi siempre suele suceder, al pasar del tiempo nos dejan efectos negativos como consecuencias.

Es difícil entender en ocasiones que Dios quiera que aprendamos a esperar, creemos que cuando nos viene alguna idea debemos lanzarnos a la ligera.  Parece que en la espera sucede mucho más que el simple hecho de detenernos.  En la espera, todo parece detenerse excepto  nuestra mente y si no logramos canalizar nuestros pensamientos de la manera correcta, iremos entrando en la desesperación.  En ese periodo de la espera Dios quiere llevarnos a perfeccionar nuestra paciencia, nuestra fe, nuestra dependencia de Él, darnos o ampliar nuestra visión.  No se trata de una espera que nos paralice, más bien de una espera que nos permita entender cuál sea el consejo de Dios, movernos o decidir lo más puntual o preciso posible.  Dios quiere que aprendamos a confiar en Él así como un hijo confía en su padre, esa confianza será sinónimo de fe en Él, y sin fe, es imposible agradar a Dios Heb. 11:6.